
(La Real Maestranza de Benidorm que la inhabilitan para dar lugar a unos locales comerciales, una mini biblioteca y un hotel. Todas estas construcciones estarán sobre un espacio amplio para pasear. Pero, se equivocan en derrumbar la Real Maestranza de Benidorm actual porque es igual que la Real Maestranza de Sevilla. Lo mismo ocurre en los Oscar cuyo aporte del capitalismo y del socialismo han llevado a la manera de hacer negocios a la deshonra y a la continua ambición desmedida en lugar de conducir al sello del buen Séptimo Arte)
En el año 2020 ganó la película "Parásitos" por su particular estilo basado en la visión coreana de la vida tal y como la vivimos en el siglo XXI, pero lo que no cuentan los directivos desmoralizados de Hollywood y de los demás agentes del espectáculo cinematográfico, son las consecuencias de aceptar una historia que no ha causado una real aportación fascinante porque es una historia merecida al Oscar "Mejor Película Extranjera". Aunque, como en el caso de Guillermo del Toro, director comentado en otro artículo de este blog, se ha manifestado en lugar de examinar bien los reglamentos de Hollywood del Siglo de Oro para dar un ejemplo de odio a Trump y sus prácticas internacionales con intenciones de menos intrusismos ilegales y de poca aportación étnica y cultural legalmente. Sin embargo, la película que debería ganar el Oscar a Mejor Película fue la película "El Irlandés" del señor Director Martin Scorsese, cuya generación anterior fue un ejemplo de expatriación y vida sufrida hacia inmigración indocumentada e ilegal dando lugar a mitos de crímenes y leyendas del Siglo XX aún sin resolver.
La ambientación de esta película era digna de reconocer con el triunfo con el Oscar a Mejor Película, porque además de ser una añoranza a tiempos donde las verdaderas reglas y filtros del cine como en todo verdadero arte se tiene, tiene una ambientación oculta de reivindicación, pues el padre de James P. Hoffa no merece que los asesinos de su padre queden en libertad para morir pese a su avanzada edad o incluso tener un paradero desconocido como todos los sicarios y asesinos que han contribuido a la desaparición de gente malhechora durante toda la vida. Si Hollywood tuviera este sentimiento como Martin Scorsese lo tiene junto a este Crítico auténtico e incorruptible culto que está escribiendo este mismo artículo, tendríamos un gobierno estadounidense más fortalecido que mil alianzas con dudosos países orientales o de cualquier continente.