Si han visto la película de la "Forma del Agua" comparen esta película con este tráiler de estilo novedoso en diálogo y en el que la protagonista se manifiesta de forma apasionada y bien relacionada con los elementos que representa el tráiler que homenajea lo del 2020 y que forma parte de nuestra película en 2021. !Disfruten de la lectura con información y reflexión cultural y de la gran interpretación basada en Maestros como Elia Kazan y Stanislavsky.
Mucha alegría da la inclusividad y que no menosprecien a las personas por cómo son y su falsa creencia en atribuirse lo qué merecen y lo qué no merecen. Esta época además de mucha información y pocas nueces, se da por victoria cultural y prodigiosa la estatuilla de los Oscar entregada a Guillermo del Toro un director que aparenta ser revolucionario pero solo es un activista más del Siglo XXI que atonta a inversores para sus películas de índole variada y de poca originalidad. La película "La Forma del Agua" demuestra un claro aspecto del cuento y la película Original Disney que tanto critican y revisan los colectivos aburridos de hoy en día, pero en un Hollywood hipocondriaco y egoísta más que en la Era Dorada desde Douglas Fairbanks hasta Harvey Weinstein, se le da importancia al cómo sentirnos que a representar con sentimientos los estados humanos que en la vida real no debemos de representar por mucho que nos pique los egos como nos pica cuando tenemos piojos en la cabeza.
En la película "La Forma del Agua" parece que empodera a la protagonista cuando salva a la Bestia y a través de su mano de heroína pues denota pasión entre ellos aunque el error está en la demanda y venta cultural de hoy en día porque esa película además de romper los filtros, estándares, esquemas y orden contra intrusismos, es un claro plagio de "La Bella y La Bestia" y no debería haber ganado el Oscar por muy necesitado que esté Hollywood de reconocimiento latino. Guillermo del Toro, debería haber rechazado el Oscar en defensa del éxodo latino que supuso el nuevo racismo del Siglo XXI y que echaron las culpas a Donald Trump en su mandato. Guillermo del Toro tendría que tener ese honor de rechazarlo como lo hizo el Gentil, real Artista y buen ser humano Marlon Brando que a pesar de sus luces y sombras en su vida privada es todo un Icono de cómo debe de ser Hollywood por la humildad de rechazar el Oscar para que en lugar de recibirlo él, lo reciba una entonces anónima indígena nativa norteamericana en clara defensa del pueblo nativo norteamericano que ha sufrido siglos de egoísmos intercontinentales en su propia tierra sin que ningún presidente hasta Biden les reconozca como legítimos señores de la Casa Blanca junto a un representante de Europa sin intereses de por medio.
Ahora, por culpa de Guillermo del Toro y su colega Alfonso Cuarón, otro director latino pero de merecido prestigio hasta antes de mediados de 2016, los éxodos latinos son frecuentes y las elecciones democráticas son intrusivas como la forma del jurado Hollywoodiense para elegir sus próximas referencias culturales intergeneracionales. Si Guillermo del Toro, hubiera rechazado el Oscar, no tendríamos un sentido artificial de comunidad humana, de convivencia sin conciencia, de méritos que por un falso sentido de lógica se entregan, no habría éxodos de latinos y los gobiernos tendrían que mantener intactas las fronteras con todos sus atajos sin dejar pasar a nadie que quiera mejorar vida o intercambiar productos por libre derecho de albedrio. Ese error de Guillermo del Toro, es un error de iluso y no de soñador, ahí está la diferencia entre un buen hombre que merece mérito y un hombre que obtiene mérito con apoyo de una comunidad cada vez más asentada en el libre albedrio, en las opresiones extremistas como los comunistas o los conservadores hipócritas. Como Google invierte en la consola Stadia fabricada por ellos mismos o a través de terceros contratados por ellos, con datos de gente de una época de libre albedrio y antojos para consumir más a cualquier precio y costo de artificial evolución. Nos quejamos de la Era Trump porque siguió la línea Nixon a excepción de que Nixon continuó la Guerra de Vietnam sin pensar que le acarrearía problemas en el electorado y las futuras inmigraciones a su propio país, a diferencia de Trump de que hizo lo correcto retirando tropas de Irak, Afganistán, Emiratos Árabes Unidos, Israel y Siria, cosa que no hizo ni Obama en su falso mandato de paz ni tampoco Nixon, así que Trump podría haber sido proteccionista e íntegro entre un John F Kennedy y un Ronald Reagan del Siglo XXI sin alentar a la boca hambrienta de la inmoral diversidad actual que solo despiertan a anarquistas sedientos, a opresores conservadores y a liberales ignorantes llenos de deseos e intereses.
En conclusión, que a partir del Oscar "A Mejor Película" para "La Forma Del Agua" para contentar a ilusos liberales y conservadores cansados, la sociedad camina entre ilusos que cambian su opinión día a día con intereses y no favorecen a los soñadores que luchan acérrimamente sin repudiar al enemigo pero tampoco hacer trampas para vencer a la competencia. Como el juicio al legendario productor Harvey Weinstein que no merecía ser expulsado de la comunidad de Hollywood porque tiene el talento y testigo de cómo vivían en el Siglo Dorado de la Era del Cine Hollywoodiense y por ende, de la Era del Cine Mundial. Las feministas con razón de que tenían vidas como objetos sin valor o poco valorados, se rebelaron contra el Star System de Hollywood sin pensar que sus acciones también las vivieron las monjas y los monjes que perdonaron a sus enemigos por ignorancia ajena y no por soberbia como debe ser un ser humano bondadoso y gentil pero con valentía para reconocer la ignorancia cruel que alimenta pero no conciencia. A Harvey Weinstein deberían darle otra oportunidad como a Román Polanski el merecido galardonado con el Premio César Honorífico 2020 o como al ex traficante de armas y ex promotor de negocios ilegales llamado Arnon Milchan más conocido por ser el productor de la nominada al Oscar Pretty Woman en la que un todopoderoso hombre de negocios se culpa de manipular rastreramente empresas para venderlas de forma interesada sin escrúpulos. Esta película debería ser un alegato de defensa para gente pobre y para gente rica de talento comúnmente "Midas" en su oficio. Pero la sociedad es tan interesada y aún más las altas esferas que en lugar de juzgar forzadamente a gente como Jeff Bezos y sus artimañas con terceros de dudosa profesionalidad, a gente como los dirigentes de Google sean mujeres o hombres entre otros dudosos trabajadores, se limitan a juzgar vengativamente a victimas visibles como Harvey Weinstein, Johnny Depp, Mel Gibson, Ryan O´neal, Donald Trump, John Hughes, Brad Bird entre otros sin pensar que la propia clase trabajadora aparenta y normaliza actos tanto conservadores como liberales ambos laicos y que perjudican al verdadero bienestar humano. El cine es el único lugar donde encerrar e interpretar en una sala las grandes amenazas emocionales y aflictivas que no deben salir a la vida real como por ejemplo las exigencias, los nervios, el amor propio entre otras cosas solo aptas para interpretarlas en salas y por gente apta por talento y no por dinero ni intrusismo profesional.
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